martes, 11 de enero de 2011

Comprar, Tirar, Comprar.

Muy buenas a todos,
Esta semana llega por segunda vez a nuestras manos este gran documental: "Comprar, tirar, comprar". Se merece la más amplia discusión y comentarios, pero intentaremos ser breves porque queremos que lleguéis hasta el final.
¿Habéis oído hablar de la obsolescencia programada? Se define como "la determinación, planificación o programación del fin de la vida útil de un producto de modo que éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante, durante la fase de diseño de dicho producto". ¿0s suena ya? Pues hace casi 100 años que esta palabreja está encima de las mesas de los grandes fabricantes, que hacen pactos para reducir la vida útil de los productos como las bombillas, impresoras, móviles, cámaras, ordenadores, cafeteras, consolas, coches, zapatos, ropa, muebles y un sin fin de objetos que no caben en este blog. Los fabrican con "fecha de caducidad programada". Si metemos en la coctelera la obsolescencia programada y le sumamos nuestra inconsciencia como consumidores, pues ya tenemos un cocktel explosivo de dimensiones incalculabres a día de hoy. Y el resultado, aunque todavía cerramos los ojos para no verlo y nos tapamos los oídos par no escucharlo, ya es más que evidente. Solo hay que querer verlo.
Medimos nuestra felicidad en función del consumo. Como consumidores deseamos comprar algo un poco más nuevo y un poco antes de lo necesario. ¿Por qué? ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que nos lo impongan, o hasta que nosotros digamos basta? ¿Cuando dejaremos de relacionar el consumo con la autoestima? ¿Conocemos las consecuencias de nuestros patrones de consumo en los países del sur? ¿y en el medio ambiente? El ejemplo del vertedero electrónico de Ghana es realmente escalofriante y desgraciadamente este es solo uno entre tantos casos ya públicos.
Pero no todo es tan catastrófico, pues en el documental también se destaca a los emprendedores que lanzan proyectos y nuevos modelos de negocio que respetan el medio ambiente, que tienen en cuenta a los países del Sur y que apoyan la reducción del consumo y explica además, aunque muy brevemente, la teoría del decrecimiento.
Antes de despedirnos queremos destacar algunas frases que no dejan indiferente:
"Podríamos decir que con la sociedad de crecimiento estamos montados en un bólido que, claramente, ya nadie pilota, que va a toda velocidad, y cuyo destino es chocar contra un muro" (Serge Latouche)
"¿Cómo se sentirán los ingenieros que diseñan productos para que fallen?"
"El traje de tu boda lo usabas hasta tu entierro"
Os dejamos el documental más abajo, esperando que lo veáis y lo compartáis con vuestra familia y contactos. No podemos seguir cerrando los ojos ante estas situaciones, porque nos convertimos en cómplices de ellas. Si interiorizamos su mensaje, nos daremos cuenta del potencial que tenemos cada uno de nosotros para cambiar las reglas de este juego.
Esperamos vuestros comentarios, que siempre son muy enriquecedores.
El Equipo Qualium


                                                         Pinchad para ver el documental

7 comentarios:

eenrich dijo...

El problema es que todo el SISTEMA está basado en la obsolescencia programada. Fabricar para consumir. En las escuelas de diseño (a pesar de que me consta que en una de ellas han mostrado el documental) se les educa para diseñar con el fin de que el producto sea atractivo, para que el consumidor lo adquiera; y al año siguiente una actualización, para que te dé la sensación de que el que tienes ya no vale y te incite a comprar otro (aunque el tuyo todavía tenga vida útil). Te hacen DESEAR que el móvil se te rompa o se te pierda o te lo roben, para comprarte el otro, más nuevo, sin cargo de conciencia por adquirir algo de lo que puedes prescindir. Dado que el cambio del sistema -en su totalidad o globalidad o conjunto- no es fácil sin una mayoría consciente, el cambio ha de empezar por uno mismo, por la actitud hacia las cosas (y hacia las personas, a quienes, por hacer un símil, a veces también "deshechamos" aunque todavía tengan "vida útil"), por un compromiso hacia las mismas. Por un respeto hacia el planeta, para no taponarlo con deshechos industriales de productos, tanto obsoletos como -peor- todavía utilizables.

Anónimo dijo...

por fin alguien denuncia algo que parece que nadie se atrevía. Internet abre puertas!
es un paso lento, pero seguro que si muchos lo suscribimos, lo conseguiremos!!!
Larga vida a los productos ya!

Anónimo dijo...

La idea de la obsolescencia programada, me parece contradictoria dentro de un sentido economico de la eficiencia, me explico; si una marca se la juega a hacer sus productos perecederos para tener más rotación está jugando con una arma de doble filo; o es líder en costes y es el más barato dentro de su mercado y por lo tanto puede apoyar su poca calidad en el bajo precio o su reputación se hunde en el mercado y por ende la propia marca por tener productos perecederos con una relación calidad precio inferior a la que el mercado demanda. Así pues solo podrá optar a dicha estrategia el líder en costes ya que todos los demás, necesitan otra clase de diferenciación para ser competitivos en el mercado.Los pactos de este tipo no existen y menos cuando te juegas tu imagen de marca y reputación ya que suponen la subversión total del concepto eficiencia e imagen de marca para cualquier fabricante.

Anónimo dijo...

En respuesta al último comentario anónimo, creo que podemos afirmar rotundamente ue los pactos existen, pues el documental se remite a pruebas reales y si buscamos en la red encontramos muchos más casos.
En cuanto al arma de doble filo, deja de serlo si toda la competencia pacta la misma durabilidad de los productos y luego cada uno se intenta destacar en otro rasgo o característica del producto. Por ejemplo, que las impresoras den errores a partir de la copia número 12.000. Cada fabricante hará su impresora, con sus caraceristicas y componentes y habrá mejores y peores, pero todas te harán 12.000 copias hasta que te salte el primer error. EL caso de las bombillas es el más destacado del documental. "Todos a una, y el que no cumpla, multa"!
Bajo mi punto de vista, la imagen de marca, en el gran consumo, viaja totalmente paralela a la obsolescencia programada.
Roberto

Anónimo dijo...

Fantástico documental!! Me alegra ver que por lo menos una cadena de televisión trabaja por la información, por el bien de la sociedad y por abrirnos otras puertas. Un abrazo!! jorge

Anónimo dijo...

Esto ya se sabía..era algo que todo el mundo comentaba (aunque es cierto que sin corroborar). Yo, hace poco, comentaba como apoximadamente hacia los 10-15 años de vida, todos los electrodomésticos se empiezar a estropear (uno tras otro..., es alucinante!!!: primero la lavadora, después la nevera, después...).
Con los coches pasa igual: cuando terminas de pagarlo, empiezar las averías y reparaciones...
Pero lo importante no es esto, lo importante es: ¿y cómo hacemos para cambiarlo?
Yo me he planteado la meta de consumir cada vez menos, e intentar buscar estrategias que me permitan hacer lo mismo sin comprar...
Por desgracia, no es tan fácil como parece ;-)
Saludos. El video buenísimo!!! (yo lo tengo programado en mi blog para dentro de unos meses, cuando ya nadie se acuerde de él)

Anónimo dijo...

Si yo montara una empresa, visto el percal, me diferenciaría de mi competencia en la longevidad de mis productos. Contrataría ingenieros que hicieran todo lo contrario: investigar para que mis productos duren más... y lo más importante, hacer publicidad de mi marca en este sentido. Sería conocida como la que más dura y, si los precios están dentro del mercado, todo el mundo compraría mis productos. Estoy segura de que me forraría.
¿No hay ninguna empresa a la que se le haya ocurrido esto? Lo petaría en ventas, seguro.
Yo aplico una máxima: si el producto me dura poco, no vuelvo a comprar nada de la misma marca. Vamos, es que es evidente.
Aunque sigo pensando en que la solución está en obligar al sistema a cambiar de sistema, consumiendo lo mínimo.