Hoy he tenido el placer de conocer una persona colombiana que está viviendo en Barcelona. Cuando le he preguntado qué es lo que más le llamó la atención al llegar a esta magnífica ciudad, me ha contestado que le parecía increíble que hubiese un "día de los trastos" asignado por barrios en Barcelona, para que la gente pueda dejar sus muebles viejos en la puerta y pase un camión para tirarlos a la basura. Al ser una respuesta un poco atípica, me he quedado parado, pero enseguida le he contestado: "Sí, la verdad es que este sistema funciona y está bastante bien organizado y además la gran mayoría de los ciudadanos lo respeta". Él enseguida se ha dado cuenta de que no le había entendido y me dice, "no no no, me refiero que acá ustedes tiran los muebles, se van a IKEA y se compran nuevos pensando que son baratos. En donde vivo jamás se tira un mueble, los arreglamos una y otra vez, van de casa en casa y viajan con nosotros si es necesario, pero tirarlos jamás! y acá... ¡tienen un día para cada barrio todas las semanas!"
Como dirían algunos: "¡tocado y hundido!"
Luego hablando acerca del consumo responsable ha hecho la siguiente valoración: "El verdadero consumo responsable es el de no consumir, y en donde vivo somos consumidores responsables por necesidad. No podemos permitirnos cambiar los muebles, la ropa del armario, y consumir indiscriminadamente..."
Y aquí está nuestro reto y nuestra responsabilidad: Ser consumidores responsables por sostenibilidad y no por necesidad como pasa en otros países. Debemos buscar motivos racionales y emocionales que nos lleven hacia otro modelo de consumo. El actual ya ha caducado. Y todos lo sabemos aunque no lo reconocemos.
No sé qué os parecerá esta anécdota a vosotros, pero a mi desde luego me ha provocado una profunda reflexión.
Roberto
2 comentarios:
En España aún no se estila tanto lo del second hand, pero, más allá de la "coolería vintage", la compra venta de muebles, ropa y demás utensilios de segunda mano es una realidad que funciona en muchos otros países. En EEUU existen los denominados Salvation Armys, locales que acumulan todo tipo de trastos que la gente dona cuando se muda y los venden a precios más que asequibles. Quizá no sirva para detener el consumo, pero como dice el dicho, si no puedes vencer a tu enemigo, alíate con él!
Vivimos en una sociedad que consume por capricho, no por necesidad. Pero si el reciclaje se llevase más allá de los containers de colores, quizá hasta nuestra adicción al shopping podría palearse responsablemente :)
Sigue así Rupert!
Me parece una buena reflexión, aunque soy fan del día de los trastos, es una forma limpia y ordenada de deshacerse de muebles y trastos(sino la gente los abandonaría por la calle sin más)y además es una forma también ordenada de intercambiarlos o reciclarlos, no es extraño ver a gente por la calle recogiendo estos muebles o parte de ellos...
JC
felicidades por el proyecto lepo!
Publicar un comentario