Muy buenas a todos!
Hoy estoy especialmente contento porque por primera vez en el blog de Mundo Qualium vamos a compartir un escrito de un gran Amigo. Tras un encuentro hace unos días, Antonio me explicaba con mucha ilusión que está empezando a cumplir uno de sus deseos: escribir. Uno de sus textos es "Reflexiones sobre un mundo globalizado" y al citármelo enseguida me propuso publicarlo en este blog. Doble regalo para mi: ¡Antonio lee nuestro blog y además quiere publicar algo en él!
No puedo ser objetivo con su texto, pues cuando lo leo, le veo a él. Dejaré que seáis vosotros los que escribáis algunos comentarios. Lo que sí puedo decir es que comparto el enfoque positivista de Antonio, me gusta sentir que estamos en un momento importante de la humanidad, en un momento único y colectivo y ante oportunidades increíbles dejando de lado el protagonismo del individuo. Como él mismo dice "Tenemos la oportunidad de ponernos de acuerdo para construir un mundo mejor, basado en un proyecto común".
Os dejo con sus reflexiones y esperamos vuestros comentarios.
Un saludo a todos,
El Equipo Qualium
Pd.Gracias Tone de corazón por querer participar activamente en el Blog y por compartir con ilusión tus textos.
"Reflexiones sobre un mundo globalizado"
El proceso de aceleración histórica está llegando a niveles mucho más altos de lo que nos podíamos haber imaginado nunca. Incluso en ocasiones da la impresión de que se trata de un avance exponencial, sobre todo en lo que al desarrollo tecnológico se refiere. En las últimas tres décadas el proceso de globalización se ha acelerado a una velocidad que creo es difícil de asimilar para los diferentes organismos internacionales y la humanidad en su conjunto, llegando a dar la sensación de que se nos está yendo de las manos. Prueba de ello son los muchos conflictos y problemas que sufre nuestro mundo actual.
No obstante, se ha abierto ante nosotros un número sinfín de oportunidades, si aprendemos a domar a la bestia que hemos creado, podemos aspirar a mucho, muchísimo más que nunca antes. Por primera vez en la historia, la humanidad está conectada. Gracias al desarrollo de la tecnología de la comunicación, ahora es posible compartir ideas, proyectos y avances, con efecto inmediato desde cualquier punto del planeta. Se nos ofrece la posibilidad de, con sentido común, crear un proyecto juntos y poder trabajar en su desarrollo de manera colectiva, utilizando los mejores recursos, ya sean intelectuales o materiales, de cada rincón del planeta.
Obviamente, hay muchos problemas y no creo que nadie sea lo suficientemente naif como para creer que será fácil. Las desigualdades sociales son a día de hoy mayores que nunca. Lo cual no deja de ser curioso teniendo en cuenta que ahora somos conscientes de ello, que, a día de hoy, todo lo que pasa en el mundo es retratado por los medios de comunicación. Es preocupante pensar que a pesar de ser conscientes de la gran desigualdad no hacemos todo lo que deberíamos para aliviar el problema.
Otro de los temas a resolver es la crisis ecológica. Todo nuestro sistema de producción está basado en un modelo que tiene dos siglos de antigüedad. En aquel entonces se creía que el hombre no tenía la capacidad de dañar al medio ambiente, que los recursos naturales eran ilimitados. Hoy somos conscientes de que eso dista muchísimo de la realidad, sin embargo, seguimos apoyándonos en ese mismo modelo. Sobre este aspecto hay una tesis muy sugerente de Michael Braungart y William McDonough en su libro titulado, "Cradle to Cradle" - "De la cuna a la cuna", que habla de la necesidad de reinventar la manera en que hacemos las cosas, de dejar este modelo atrás y cambiar de raíz nuestro modelo de producción, sentándolo sobre unas bases sostenibles y acordes con los conocimientos que han derivado de nuestra experiencia en los últimos dos siglos.
A nivel político, el estado como forma de gobierno vive sumido en una crisis profunda. Como en todo lo anteriormente mencionado, no es necesariamente una cosa solo negativa, tiene potencial. El problema hoy es que el estado ha perdido poder de acción y que existen organismos y empresas que viven al margen de la ley aprovechando vacios legales para beneficio propio, aunque a veces tenga consecuencias muy negativas para ciertas regiones. Por otro lado, en el mundo actual quizá tendría mayor sentido tener organismos políticos a nivel más local y organismos políticos más globales, siguiendo un poco la tendencia de la Unión Europea. Usando las palabras del geógrafo Juan Romero González: “La estructura de los Estados como hasta ahora la hemos conocido empieza a ser demasiado grande para resolver ciertas cosas y demasiado pequeño para resolver grandes cuestiones”. El problema que se plantea aquí es que con estructuras de gobierno supra-estatales es muy difícil llegar al consenso; si ya lo es en ámbitos nacionales, lo será muchísimo más en los internacionales.
La cohesión social, jugará un papel clave en el desarrollo mundo actual. Debido a la globalización y al desarrollo de los sistemas de comunicación, se ha producido un choque cultural entre civilizaciones que llevaban mucho tiempo llevando existencias paralelas. Esto ha derivado en una polarización ideológica que ha surgido como respuesta a la homogeneicización de la cultura a nivel global. Así pues, nos enfrentamos a fundamentalismos radicales, cristianos y musulmanes. También a movimientos nacionalistas más propios de siglos pasados que del actual mundo globalizado. De nuevo aquí, debemos hacer un esfuerzo por coexistir de manera tolerante y diversa basando unas bases comunes sobre las que construir un mundo de diversidad cultural pero con un proyecto común.
Por otro lado, la asunción de riesgos con posibles efectos devastadores a nivel global, desde organizaciones que existen fuera del control político es una seria amenaza a la democracia. Los sistemas capitalistas de libre mercado permiten que decisiones tomadas en el ámbito privado deriven en graves crisis sociales y económicas. Debido a esto cabe la posibilidad de una polarización política hacia sistemas no democráticos y extremistas. Debemos encontrar un equilibrio entre una libertad que favorezca al crecimiento y desarrollo, y una intervención y regulación política a nivel estatal o desde instituciones globales democráticas que regulen la asunción de riesgos.
En definitiva, nos hallamos en un momento apasionante del desarrollo de la humanidad. Tenemos la oportunidad de ponernos de acuerdo para construir un mundo mejor, basado en un proyecto común. A día de hoy la sensación es de que hemos llegado hasta aquí con poco control, el sistema capitalista ha crecido desmesuradamente y no hemos hecho el suficiente esfuerzo para domarlo. Hemos dejado que su desarrollo favorezca a unos pocos y hunda a muchos. La ironía, es que en esta sociedad de la comunicación, es justo la comunicación lo que falla. Si conseguimos cohesión social, a nivel global, y con sentido común, podemos crear ese mundo mejor que es posible. Cabe destacar, que también como consecuencia de la globalización han surgido muchos movimientos al margen de la política, que invitan al optimismo y son positivos para el desarrollo del planeta, véase las ONG o el movimiento ecologista. Sin duda alguna va a ser muy difícil, pero la oportunidad está ahí, el potencial existe y seremos nosotros, a nivel tanto individual como colectivo, los que escribamos el final de esta historia.
Antonio Morenés Bertrán